TRABAJOS CIENTIFICOS
Plantas medicinales, aromáticas y tintóreas.

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Anales de SAIPA - Sociedad Argentina para la Investigación de Productos Aromáticos
V CONGRESO NACIONAL DE RECURSOS NATURALES AROMÁTICOS Y MEDICINALES - SALTA 1989
Volumen XI - 1993 - pág 145 a 150.

EXPERIENCIAS Y PRODUCCIÓN DE ACEITES ESENCIALES EN LA REGIÓN NOROESTE DEL PAIS - SUGERENCIAS
Nicolás A. Camisa *

* Consultor privado.


Desde el año 1940 me ha tocado en suerte, dedicarme al cultivo y producción de aceites esenciales en casi todas las zonas del país, lo que me permitió acumular una valorable experiencia en el tema.

Gran parte de todo lo hecho ha sido con el apoyo de los profesionales técnicos del INTA-Castelar, con la dirección del recientemente fallecido Ingeniero Agrónomo Don Antonio Collura de quien tuve la honra de ser amigo y a quien le brindo mi sincero homenaje. Socio fundador de SAIPA y ex presidente honorario de la misma, fue sin duda alguna el promotor más entusiasta de las plantas aromáticas y medicinales, que hoy son una verdadera realidad y su explotación, ha llegado a los puntos más distantes del país, abasteciendo en gran parte a la industria nacional y porque no decirlo, permitiendo exportar a los más exigentes mercados.

Por una sugerencia de las autoridades de este Congreso, me permito comentarles las distintas experiencias que se han realizado con la producción de aceites esenciales en zonas del Noroeste Argentino y sus aledaños, haciendo algo de historia en algunos casos, que muchas de ellas fueron hechas personalmente.

PRODUCCIÓN DE ESENCIAS CÍTRICAS

En el año 1940, en la ciudad de General Güemes de la provincia de Salta, la firma Herem y Pettinato Hnos. (éstos últimos inmigrantes italianos), con experiencia adquirida en su país natal, en producción esencias cítricas, instalaron una pequeña industria, casi doméstica, cuyos elementos básicos eran dos rayadores del tipo "AVENA" que se fabricaron en el país y cuyo proceso de separación de la emulsión agua-esencia que producían las mismas, se hacía por expresión, utilizando lana común y unas bolsas de fieltro tipo acordeón, que llenadas con la mezcla que salía de los mencionados rayadores eran sometidas a presión por medio de un trapiche común, obteniéndose así el aceite libre de agua. El proceso por demás lento pero eficaz, permitía obtener unos 50 kilos de esencia diarios, trabajando 16 horas en el día. Los rendimientos no eran del todo buenos, pues se perdía bastante por el método de separación agua-esencia que se empleaba. En limón apenas alcanzaban el 2,5 o/oo, en naranja el 2 o/oo y en mandarina el 1,5 o/oo. Ésta última, como se trabajaba bastante verde, producía una esencia muy coloreada. Por lo general el aceite obtenido se oxidaba fácilmente porque la misma estaba mucho tiempo en contacto con la emulsión. Pero aún con ese tipo de calidad, no había problemas con lo comercialización, ante un mercado desabastecido y que importaba todo. Se elabora fruta producida en plantaciones existentes en Campo Santo, Betania, General Güemes y zonas cercanas. Todas las localidades pertenecían a la provincia de Salta.

El mayor porcentaje de fruta elaborada era naranja, luego venía el limón y por último la mandarina.

Los precios que se pagaba por fruta eran muy bajos, porque el abastecimiento superaba con creces la capacidad de elaboración de la pequeña fábrica y era traída en balsas que en carros, esperaban hasta dos días para descargarse.

Se trabajaba prácticamente 6 meses en el año, aunque no en forma continua porque no coincidían las épocas de cosecha de los distintos cítricos.

Posteriormente la firma se instaló con pequeñas fábricas que progresivamente fueron mejorando con elementos más modernos, como centrífugas, rayadoras semiautomáticas, algunos con silos etc. transladándose a las provincias de Misiones y Corrientes, donde se agregaron otras imitando las instalaciones y el sistema, aunque muchas, con algunas mejoras y ya por la calidad de la esencia tenía una demanda aceptable. Con la incorporación de esos nuevos elementos se hicieron juegos para consumo; con el de limón se hicieron varias toneladas de citrato de calcio, con la pretensión de llegar al ácido cítrico, cosa que nunca se logró. Se aprovecharon las cáscaras para hacer "escurridos" para fruta abrillantada y se exportaron partidas interesantes de cáscara de naranja amarga, la que se envasaba en barriles de madera en una solución de salmuera. Con la tecnificación de las fábricas se mejoraron los rendimientos también, dándose el caso que el ingeniero Sancho en Arroyo Colorado en la provincia de Jujuy, en su fábrica obtuvo un rendimiento de esencia del limón del 5 o/oo con un contenido de citral del 3 %. Los rendimientos fabriles normales eran del 3,5 o/oo.

Hoy la industria con la incorporación de elementos altamente tecnificados, con máquinas continuas de gran rendimiento, que hacen el proceso conjunto de extracción de jugos y aceites, con máquinas separadoras centrífugas para grandes caudales, permiten obtener material para producir distintos tipos de jugos (concéntrados, clarificados, homogeneizados) que son en su total, ubicados en el mercado externo y pueden competir con los mejores del mundo. Lo mismo que las esencias que son de alta calidad, aprovechándose la cascara que se comercializa ilimitadamente en el exterior para la producción de peptina. El éxito de la comercialización de los aceites cítricos y derivados permitió primero la ampliación ambiciosa del área de cultivo de limón especialmente, naranja y pomelo, y casi paralelamente la instalación de modernas fábricas en Tucumán (seis), Salta (una), Corrientes (una), Misiones (dos) y Entre Ríos (dos).

Con esto se abrieron dos posibilidades seguras de nuevos ingresos, uno para el productor y en consecuencia también para la industria que se ve respaldada por el abastecimiento de los plantadores, que van ampliando sus áreas citrícolas progresivamente, por los buenos réditos que obtienen.

Menta arvensis o japonesa

Hace más de 25 años hicimos una experiencia muy valiosa en la finca del ingeniero Eduardo Arias, ubicada en la provincia de Jujuy, en el cruce de la ruta 34 con la 43, habiéndose implantado allí 5 hectáreas de esta variedad de menta, son estolones traídos del litoral.

La finca ofrecía todas las características necesarias para hacerlo, con suelos francos, ligeramente alcalinos, excelente luminosidad y abundante agua.

Los rizomas se plantaron a fines de agosto, comportándose perfectamente en todo su período vegetativo y no se observaron plagas. A principios de diciembre se hizo la primera cosecha y en una destilería allí instalada se procesó el material que rindió unos 122 kilos de esencia por ha. con un contenido de mentol del 72% y un rendimiento fabril del 7,2 o/oo de la hierba que se obtuvo. A los 85 días, hicimos la segunda cosecha, con la que obtuvimos 96 kilos de aceite, con un contenido de mentol del 68% y un rendimiento fabril del 6,8 0/00 del material cosechado.

Fue un resultado jamás logrado en ningún lugar del país aún con la aplicación de abonos.

Esto permitió promocionar este cultivo en las zonas de Santo Domingo, Perico, Ovejería, General Savio y Pampa Blanca en la provincia de Jujuy llegando a totalizar unas 300 ha. entre los productores de la zona, casi todos tabacaleros, que en ese momento estaban en crisis con la comercialización de su cultivo tradicional.

Se instaló una moderna destilería con 8 alambiques de una capacidad de 1.000 kilos de hierba cada uno, en la finca del señor Luis Nen en Santo Domingo.

El comportamiento de los cultivos fue bastante dispar, pues mientras en algunos fue perfecto, en otros fue atacado por la roya, Puccinea mentae, que hizo desfoliar las plantas, como consecuencia del déficit de nitrógeno en el suelo utilizado y sumado a los temporales y prolongadas lloviznas, que fomentaron el problema fungaceo.

No podemos decir que aquello fue un fracaso, ya que la esencia obtenida era de calidad normal y en alguna; zonas se lograron hasta 90 kilos de aceite en dos cortes por ha. que es buen rinde en cualquier cultivo conducido y sin problemas de sanidad.

Posteriormente el área fue reduciéndose, debido a la recompensación de la comercialización del precio del tabaco y la prueba la tenemos, ya que por 5 años se continuó produciendo esta esencia en la zona.

En la finca El Piquete, en San Pedro de Jujuy y sobre el Río Lavayén, se hizo una plantación de 30 ha. de esta menta, con excelente resultado, tanto en su desarrollo vegetativo, como en su industrialización, ya que se obtuvieron más de 100 kilos de esencia en dos cosechas del año y con un contenido de mentol del 75%.

En Campo Santo, en el Bordo, se cultivó durante varios años esta variedad de menta con resultados normales.

En ciertas zonas de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero, se obtuvieron esencias de calidad normal y no se pudieron cuantificar su rendimiento porque tratándose de superficies reducidas, no se pudo conocer este detalle al haberse interrumpido la experiencia. En Trancos, Tucumán la cantidad de esencia obtenida era satisfactoria, solo en partes del cultivo, pues en otras era deficitaria y no alentaba su ampliación siendo el factor incidente la falta de continuidad de provisión de agua para el riego.

En Villa Dolores, provincia de Córdoba, se explotaron durante 10 años, importantes plantaciones con resultados muy satisfactorios, que hoy vuelven a retomarse las mismas, quizá con más entusiasmo, debido a la seria demanda que el mercado requiere para cubrir parte de sus necesidades y que en este momento depende de la importación.

Menta mitcham o inglesa

En el país la gran zona de producción fue Tunuyán en la provincia de Mendoza, luego fue Córdoba (en Villa Dolores) y Santa Rosa, San Luis.

Una experiencia exitosa se hizo en los Valles Calchaquíes de la provincia de Salta, donde se cultivaron más de 100 ha. entre las zonas de Cafayate, Molinos, Seclantas y Angastaco donde las condiciones ecológicas son óptimas para el buen comportamiento de este cultivo, sobre todo el factor de luminosidad que con 16 horas luz diarios, sus días calurosos y noches muy frescas, permiten una buena generación de esencia en la planta. Gracias a esto, lo cultivado prosperó perfectamente, lográndose dos buenos cortes de la hierba producida, que produjeron entre 40 y 50 kilos de esencia por ha., cuyas características físico químicas eran comparables a las mejores del país e importadas, no teniendo inconveniente alguno para su comercialización. Debo agregar que primero se instaló una destilería y posteriormente se instalaron dos más, en la que procesaba el material producido en los cultivos. El auge del negocio de los excelentes vinos de la zona, hizo que la limitada cantidad de agua existente en las fincas fueran utilizadas preferentemente en los vinos, que sumado al rédito que posteriormente ofreció la producción de pimentón poco a poco el cultivo de Menta mitcham fue desplazado.

Lo mismo ocurrió en la zona de Guachipas, Salta. En Santa María, Catamarca, se ensayaron con 10 ha. pero los fuertes vientos imperantes y la calidad del agua que suministraba el Río Santa María, hicieron fracasar la experiencia.

Fue positiva una plantación hecha en 5 ha. en la zona de La Invernada-La Cocha, Tucumán, pero el desarrollo del cultivo fue precoz hasta si se quiere sobresaliente ya que se había formado una especie de pradera de casi 80 cm a 1 m de altura, totalmente compacta. Hubo una desinteligencia en la instalación de la destilería que nunca llegó a instalarse, lo que no permitió conocer los resultados industriales, aunque olfativamente prometía un elevado contenido de esencia de agradable aroma y buena calidad.

En este momento las plantaciones más interesantes están en Villa Dolores, Córdoba, donde ya, entre los años 1970 y 1980 se promovieron más de 500 ha con modernas destilerías instaladas. Hoy debe haber alrededor de 250 ha patrocinados por el señor Marcelo Mendizábal, quien posee una moderna destilería con la que elabora su producción y la de los otros chacareros del lugar, que se han asociado al mismo.

Las características de esta zona son ideales para cultivar todas las variedades de mentas y sus producciones de tantos años lo han demostrado al retomar nuevamente estos cultivos. Parte de la hierba lograda es utilizada para industrializar las hojas, que deshidratadas tienen un excelente mercado en el exterior, cuyos valores son de buen rédito.

En Colonia Melligasta, La Rioja, también se produjo esencia de muy buena calidad y rendimiento, pero los altos costos del riego, impidieron que esto prosperase.

En la provincia de Jujuy, precisamente en Purmamarca, Tilcara y Humahuaca se hizo una experiencia con resultados positivos en un 70%, ya que en los cultivos realizados a poca altura se obtuvieron buenos rendimientos y calidad, pero cuando los mismos fueron implantados a mayor nivel, más negativos fueron aquellos. Las mejores zonas como Tilcara y Purmamarca, de menos altura, llegaron a producir entre 35 y 40 kilos de esencia de buena calidad. El segundo corte resultó muy pobre, pues el crecimiento se estacionó prácticamente a los 30/40 días de la primera cosecha por déficit de luz.

En la provincia de San Luis, en las localidades de Santa Rosa y Merlo durante muchos años se produjo muy buena esencia, pero en áreas reducidas debido a la poca disponibilidad de agua. En Merlo por ejemplo se hicieron por fracciones para obtenerla. Los rendimientos fueron buenos y la calidad de la esencia aceptables. Sin problemas.

Lavandín

Dos experiencias que pueden servir de base para la expansión de este cultivo, son la que se hicieron en zonas de Salta y Catamarca.

En la primera, fue una verdadera sorpresa, ya que habiendo sido invitado por los señores Patrón Costas a destilar las flores de unos 200 ejemplares que tenían plantados en la finca Luracatao a 25/30 km de Molinos, Salta, detrás de la laguna La Brea y en medio de los cerros de Precordillera fuimos con un alambique experimental de 501 de capacidad y procesamos todo el material disponible, del que obtuvimos un rendimiento de 1,8% de esencia; estimado que si teníamos una ha habríamos logrado unos 4000 kilos de flores, lo que daría una producción de 80 kilos por ha. Se trataba de plantines o estacas importadas de Francia y tenían 10 años. Los análisis indicaron un alto contenido de esteres, lo que denotaba su muy buena calidad.

Estábamos en presencia de una extraordinaria experiencia, que sirvió para alentar la promoción de este lavandín en la zona y especialmente en los Valles Calchaquíes.

Por intermedio del doctor Manfredini recibimos un centenar de estacas de lavandín, variedad Grosso, que había traído personalmente de Francia. Las plantamos en colaboración del Ingeniero Agrónomo Mercel en Santa María, Catamarca de los que se lograron un 80%. Se adaptaron perfectamente en la zona y prosperaron sin problemas.

A los 3 años obtuvimos flores suficientes para conocer rendimiento y calidad. Su esencia hechos los análisis correspondientes, fueron óptimos, tanto cuantitativos, como cualitativos comparándoselos a las mejores esencias de lavandín importados.

Este material aún debe estar en Santa María y podría servir para promocionarlo, esta variedad rinde 100 kg. por ha.

Cultivos varios

No se puede dejar de mencionar en este relato, los cultivos de plantas aromáticas que en la finca "El Piquete" arriba mencionada, hiciera el ingeniero Garat. Cultivó allí lemongrass que rendía más de 80 kilos de esencia por ha en dos cortes, cuyo contenido de citral era superior al 72%, Menta spicata con elevado contenido de carvona, hinojo sajonia, aneto, geranio, vetiver, palmarosa, algunas variedades de eucaliptos, etc. Parcelas a nivel experimental por un lado y cultivos a nivel industrial por otro, habiendo instalado una moderna destilería en la ciudad de Salta. Los resultados obtenidos ya fueron comentados en cada rubro, que en síntesis fueron inmejorables.

Estas experiencias sirven como base de la implantación de futuras áreas en nuestro Noroeste, porque muchos cultivos se han hecho a escala industrial y son realmente demostrativos.

CONCLUSIONES Y SUGERENCIAS

Por todo lo hecho, prácticamente en los últimos 50 años, hay más éxitos que fracasos y de acuerdo al comportamiento de los cultivos, la calidad de los productos logrados, la comercialización asegurada, está comprobado que sin ser la panacea, la producción de plantas aromáticas y sus esencias ofrece un panorama alentador, con la convicción de que en nuestro Noroeste existen extensas zonas aptas por su clima, suelos, disponibilidad de agua y mano de obra. Mucho lo saben que el manejo de los cultivos es similar a los de la horticultura y esto lo saben hacer a la perfección.

Se ha ganado mucho tiempo al conocer resultados agrícolas e industriales con todos sus pro y contras. Sobre todo que existe material de reproducción suficiente para comenzar a ampliar los cultivos, como en el caso de las mentas, lavandín, lemongrass, vetiver, romero, etc. cuyas esencias son cada día más necesarias en la industria alimenticia, perfumería, cosmética, etc. y con una demanda creciente.

El futuro es tan interesante que si nos basamos en que Brasil llegó a producir 4.000 toneladas de esencia de Menta arvensis, cultivadas manualmente y Paraguay hoy está superando los 400.000 kilos, que comercializan totalmente, aquí, donde prácticamente todas las tareas (desde la plantación a la cosecha) pueden hacerse mecánicamente, no es ilusorio pensar que podemos superar con creces esas cifras.

Me permito sugerir la producción de esencias de romero, coriandro, hinojo sajonia, palmarosa, geranio, vetiver y eucaliptos, todos cultivos aptos para la zona.

Sería necesario conseguir que las autoridades nacionales y provinciales gestionen ante la DGI, que los aparatos destiladores sean "volantes" como en todas partes del mundo, de manera que los mismos se instalen cerca de los cultivos a conveniencia del productor y evitar pagar costosos fletes. Con esta solución tengo la seguridad que habrá más producción, este tema es de suma importancia para el futuro.

Inclusive los organismos técnicos deben promover destilerías domésticas en condiciones técnicas mínimas, para obtener esencias de buena calidad.

Otra sugerencia consiste en que las provincias, por medio de sus organismos específicos, instalen viveros de plantas aromáticas y medicinales, para que sean demostrativos por un lado y a su vez poder distribuir material de reproducción a los que se interesan en comenzar a trabajar con ellos, ya que estos cultivos pueden ser la solución para muchas zonas de minifundios, como lo es actualmente con los colonos ubicados en el Alto Uruguay en la provincia de Misiones.





   
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