TRABAJOS CIENTIFICOS
Plantas medicinales, aromáticas y tintóreas.

El rescate de las cosas que se han hecho bien.

   

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Anales de SAIPA - Sociedad Argentina para la Investigación de Productos Aromáticos
V CONGRESO NACIONAL DE RECURSOS NATURALES AROMÁTICOS Y MEDICINALES - SALTA 1989
Volumen XI - 1993 - pág 125 a 130.

ANÍS (Pimpinella anisum L.): CULTIVO, USOS, PROPIEDADES Y POSIBILIDADES DE MERCADO
Mónica S. Rubio *

* Ing. Agr. Instituto de Recursos Biológicos. CIRN. INTA. 1712. Castelar. Prov. Bs As.


CLASIFICACIÓN BOTÁNICA Y ORIGEN

Es una especie perteneciente a la familia de las Umbelíferas, originaria de Grecia, Asia Menor y Egipto.

Se la cultiva en regiones templadas y cálidas de España, Italia, Bulgaria, Rusia, Norte de África e India.

Es una de las aromáticas de cultivo tradicional en la provincia de Salta, Catamarca y San Juan, aunque también se ha producido con buenos resultados en otras partes del país.

DESCRIPCIÓN

Planta anual, herbácea, de una altura variable entre 30 y 60 cm. El tallo es erecto, cilíndrico y ramificado.

Posee polimorfismo foliar, las hojas inferiores tienen borde dentado, en la parte media del tallo son trilobuladas, con lóbulos cuneiformes o lanceolados y las superiores algo pecioladas, trífidas y con segmentos lineales.

Las flores son blancas, pequeñas, dispuestas en umbelas compuestas y desprovistas de involucro.

Los frutos, considerados la parte útil de esta especie, son aovado-piriformes, de 3-4 mm de largo, constituidos por dos mericarpios con cinco costillas, cada mericarpio contiene 18-25 canales que contienen el aceite esencial, que es un líquido incoloro de olor anisado, constituido en su mayor parte por anetol. Cuando están maduros y secos, su color varía entre gris verdoso y amarillo pajizo y poseen un aroma especial y un sabor agradable, azucarado y picante.

CARACTERÍSTICAS ECOLÓGICAS DE LAS ZONAS TRADICIONALES DE CULTIVO

En la región productora de Salta y Catamarca, la vegetación natural se presenta como monte o estepa arbustiva, formada por elementos achaparrados, espinosos y resinosos; el bosque ribereño, que acompaña al río principal; vegetación típica de médanos y estepa halófila que se encuentra en las depresiones saladas.

Los suelos son aluvionales; entisoles en su mayor parte, con abundante fracción gruesa (Gravilla), también aparecen aridisoles con capas enriquecidas en carbonates.

Se puede decir que el perfil es de escaso desarrollo (capas sedimentarias); textura gruesa; materia orgánica pobre y escasos nutrientes minerales; a veces son salinos y con calcáreo y el riesgo de erosión es alto.

En cuanto al clima, el índice hídrico es semiárido. La precipitación anual oscila entre 190 y 300 mm. La temperatura media anual es de 16,5 °C y las temperaturas medias de los meses más cálidos y fríos se encuentran entre 21,5 °C y 25 °C y 8,5 °C y 9,2 °C respectivamente.

Las limitaciones con que cuenta la región son: escasez de agua potable, erosión hídrica y eólica y suelos pobres.

La provincia de San Juan, considerando los departamentos de Calingasta e Iglesia, presenta vegetación de jarillar y ejemplares del monte con vegetación de semidesierto alto-andino. Los suelos son de origen aluvial, de escaso desarrollo y pobres en materia orgánica y nutrientes minerales.

Los valles están recorridos por ríos que nacen en la Cordillera y se dirigen a dos colectores principales: los ríos Jáchal al Norte y San Juan al Sur, los cuales favorecen, gracias a la posibilidad de riego, una actividad agrícola importante.

Con respecto al clima, corresponde al índice hídrico semiárido. La precipitación media anual que no alcanza los 100 mm. La temperatura del mes más frío (julio) oscila entre 6,2 °C y 7,4 ° C y la del mes más cálido (enero) se encuentra entre los 21,4 °C y 22,7 °C. Las limitaciones más importantes que se presenta la región son las pendientes pronunciadas, la erosión y los suelos pobres.

REQUERIMIENTOS AGROCLIMATICOS

Es una especie que vegeta muy bien hasta los 1000 m.s.n.m., aunque se la cultiva con buenos resultados hasta los 2000 m.s.n.m. y más.

Requiere suelos livianos, sílico calcáreos, sueltos, permeables y moderadamente ricos.

Se ha comprobado que el exceso de materia orgánica provoca demasiado crecimiento de las plantas con posibles vuelcos.

Los terrenos arcillosos y muy húmedos le son desfavorables, obteniéndose frutos poco aromáticos.

El clima adecuado es el templado o templado cálido y seco.

SIEMBRA

Debe realizarse en suelo bien nivelado, pues de lo contrario se presentan problemas de erosión y lavado, lo cual trae como consecuencia cultivos más ralos y menos desarrollados; efecto que se hace más visible en las cabeceras de los mismos. La preparación del terreno se realiza durante el mes de marzo y los primeros días de abril. Como los suelos donde se cultiva anís son bastante sueltos, las aradas y rastreadas tienen como principal objetivo eliminar las malezas que disminuyen considerablemente los rendimientos.

Es necesario hacer un muy buen riego de presiembra para asegurar un nacimiento parejo de las plantas; se realiza por melga o por surco.

Se siembra a fines de abril o principios de mayo, con sembradora Planet o similar, a 0,47 - 0,70 m entre líneas y a una profundidad no mayor de 5 cm. Con posterioridad es conveniente dejar una planta cada 20 cm en la línea.

Los surcos se hacen generalmente siguiendo las curvas de nivel. Las "semillas" (frutos) deben cubrirse con el pasaje de una rastra liviana o de ramas.

Según información recibida sobre experiencias realizadas y trabajos publicados, se considera que con un peso promedio de 1000 semillas de 2,40 gramos y un poder germinativo en laboratorio, a 15 °C durante 12 días de un 95%, la cantidad adecuada para sembrar una hectárea sería de 11,5 kg, pero en general se utilizan 8 y 10 kg por hectárea. La densidad óptima es de 100.000 a 120.000 plantas/ha, ya que un número mayor provocaría aumento en altura de las plantas y detrimento en el rendimiento.

LABORES CULTURALES

COSECHA

La recolección se realiza en diciembre, cuando los frutos toman un color verde grisáceo. Si se demora puede haber pérdidas por desgrane y alteraciones en el color, que desmerecen el producto a nivel comercial.

Se considera que el momento de iniciar la recolección es cuando el 50% de los frutos están maduros.

La cosecha se efectúa en general en forma manual, arrancando las plantas enteras o cortándolas con una hoz y con preferencia por la mañana temprano, pues las plantas están húmedas aún por el rocío y se evita el desgrane. Se hacen gavillas que luego se llevan a un galpón o tinglado y luego de jasados 4-6 días, cuando los tallos y umbelas están secos, se procede a su trillado.

La trilla puede realizarse en forma manual, golpeando las gavillas para provocar la caída de los frutos, los cuales se recogen sobre un lienzo o quedan en el suelo. El producto trillado se pasa luego por zarandas para limpieza y clasificación; además puede completarse este proceso a través de un aventado, hasta que los frutos queden libres de cuerpos extraños y tierra.

Si se efectúa en forma mecánica, se emplean trilladoras fijas, que entregan los frutos en condiciones para comercializar.

La cosecha puede realizarse mecánicamente, utilizando una máquina manual con manceras y segadora delantera, o bien una segadora trilladora.

En el primer caso, el material segado se recoge y se lleva a galpón para efectuar la limpieza y clasificación ya explicada.

En el segundo caso, es conveniente utilizar un desecante como el dicuat o paracuat, para evitar el empaste de la máquina, producido por material verde de tallos y hojas. Luego los frutos se dejan secar y se procede al aventado, para eliminar restos de plantas y cuerpos extraños.

El rendimiento promedio es de 700 kg/ha, pero en años excepcionales se ha llegado a más de 1.500 kg/ha.

Los frutos deben ser conservados en lugar seco y aireado.

COMPOSICIÓN QUÍMICA

Los frutos contienen 1,5-3% de esencia, pudiendo en casos excepcionales llegar a 6%; aceite fijo; 3-5% de azúcares; gomas; hasta 19% de materias minerales y pequeñas cantidades de almidón.

La esencia es un líquido incoloro, cuyo principal componente es el anetol (hasta 90%), además contiene metil-chavicol o estragol, aldehido anísico y cimeno.

PROPIEDADES Y USOS

Los frutos tienen propiedades estomacales, carminativas, antiespasmódicas y galactogogas. Son utilizados en medicina en forma de polvo, infusión, tintura (es decir alcohol de anís no destilado), alcoholatura y jarabes. En la alimentación se emplean como condimento, en panadería, repostería, confitería y licorería. De los frutos se extrae la esencia a la cual se le atribuye propiedades antiespasmódicas, así como expectorante y suavizante de las inflamaciones, de la garganta.

En medicina veterinaria se ha usado en tratamientos externos, en forma de aceite o pomada, como insecticida y antiparasitario.

También se emplea en la preparación de licores, pastillas o caramelos, relleno de bombones y como saborizante.

La industria de los cosméticos también hace uso de la esencia, como en el caso de las pastas dentífricas.

Además por destilación fraccionada y posterior congelación y cristalización, se obtiene su principal componente, que es el anetol.

El residuo de la destilación suele usarse como forraje para el ganado.

POSIBILIDADES DE MERCADO

Se han observado amplias fluctuaciones en el mercado durante los años 1960 a 1982, ya sea en la producción nacional, exportación e importación.

Los picos depresivos pueden atribuirse a la sustitución del anís natural por anetol sintético, importado por la industria licorera; al reemplazo del aceite esencial de anís por el de hinojo y al fluctuante en el precio, que no permitió a nuestro país competir con el mercado exterior.

Durante los años 1979 y 1980 se observó un brusco aumento en las importaciones, debido al dólar favorable para las mismas, lo cual imposibilitó la competencia del mercado nacional con el internacional.

También en el mismo período, el volumen total exportado decreció en forma notable, lo cual puede ser atribuido a la incidencia del mercado cambiario desfavorable.

Si bien el consumo aparente se mantuvo prácticamente constante desde 1971 a 1974, a partir de 1976 se produjo un aumento notable, que puede ser consecuencia de una mayor producción a causa de incremento en el área sembrada y mejor rendimiento.

Los principales exportadores mundiales son: Afganistán, Egipto, España, Turquía y China.

Nuestro país se abastece de Canadá, Méjico, Francia, Italia, Chile, Alemania, España, Turquía, Egipto y Perú.

Exportamos fundamentalmente a Brasil, Paraguay y Uruguay.

Los últimos datos que se han podido registrar corresponden a las exportaciones realizadas durante los años 1987 y 1988.

En los años anteriores 84/85/86, INDEC no registra importaciones ni exportaciones.

En 1987 se exportaron 10.000 kg a Brasil por un valor de U$S 16.490, valor FOB libre sobre el barco.

En 1988 la exportación se distribuyó de la siguiente manera: 15 kg a Paraguay, por un valor de U$S 185; 1.000 kg a Uruguay, que representaron U$S 2.800 y 1.700 kg a Brasil, por U$S 28.033.

Total exportado en el año 1988: 18.015 kg, que significó un ingreso de U$S 31.018.

Se debe hacer notar, que el productor de anís en general no recibe un precio justo por su mercadería y ésto se debe a que no realiza la comercialización en forma directa, sino a través de intermediarios, los cuales acopian importantes cantidades para venderlas en el momento y lugar que les resulte más conveniente. Esto ocurre por la escasa superficie que puede sembrar cada productor común y el bajo nivel económico por el cual atraviesan.

Una solución a este problema podría encontrarse a través de la cooperativización y/o asociación de productores.

Como conclusión se podría decir que las perspectivas de producción y comercialización son favorables; debido a que es una especie que ha encontrado las características agroclimáticas adecuadas para su adaptación en las zonas mencionadas, que no tiene problemas de conservación y con buenas posibilidades de exportación y evolución de precios favorables.





   
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