El objetivo del trabajo consistió en otorgar a un stock de bulbos de azafrán, proveniente del hemisferio norte en contra estación y con avanzado estado de brotación, condiciones controladas de temperatura, humedad relativa y luminosidad, que permitieran su recuperación fisiológica.

El material (23 kg) según los tamaños de bulbos existentes, se los clasificó en tres categorías (grande, mediano y chico) posteriormente a la aplicación de ácido giberélico al 0,009% para estimular la floración, se plantaron en recipientes con sustrato adecuado; su efecto en las plantas tratadas y la acción de los factores ambientales dieron como resultado una floración escasa y un marcado desarrollo foliar (en condiciones controladas) alcanzando las hojas una longitud final promedio de 30 cm valor que no difiere significativamente entre plantas de los distintos tamaños establecidos.

La cosecha de bulbos fue deficiente (3 kg) debido a la pérdida de material (42 %) y a la precocidad del proceso de bulbificación, ocasionado por el efecto de temperaturas superiores a las requeridas y el intenso ataque de una plaga (acaro de los bulbos).

De los resultados obtenidos se deduce que existe una correlación entre el tamaño de los cormos simientes y los cormos hijos, así bulbos grandes dieron mayor porcentaje de bulbos hijos tamaño grande.

El desarrollo de todo el ciclo del cultivo en condiciones controladas evidenció la plasticidad de la especie, estimándose que la temperatura es el factor de mayor incidencia en cada una de las fases, la que debería otorgarse con una precisión mejor ej. para la floración 9° C; crecimiento foliar 6° C; bulbificación 9°C y lapsos más estrictos de trabajarse en condiciones similares.

Comentario: de este trabajo solamente hallé publicado el resumen.