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Boletín SAIPA - Sociedad Argentina para la Investigación de Productos Aromáticos
Volumen IV - N° 10-11 - Ene-Ago 1965 - pág 28.
Es muy común entre los consumidores la creencia de que la pureza y calidad del mentol está en relación directa con el tamaño de los cristales. Este error posiblemente provenga del hecho de que la plaza importadora de este producto hasta el comienzo de la segunda guerra mundial se abasteció con meníol de procedencia china, que se caracterizaba por el tamaño de sus cristales, entre los cuales había algunos correspondientes a partidas seleccionadas, que llamaban realmente la atención.
No entraremos a considerar los métodos y factores que intervienen en una operación de cristalización y que tienen influencia en el tamaño final del cristal, pero sí vamos a dejar perfectamente aclarado que la pureza y calidad del mentol no tienen nada que ver con el tamaño de los cristales.
Un mentol de cristal fino puede y debe ser tan puro como otro de cristal grande, cuando su elaboración se controla y termina de acuerdo a la técnica correspondiente. La pureza está dada por los valores de las constantes físico-químicas, de manera que cuando éstas correspondan a las del mentol es lo mismo que sean de cristales grandes o pequeños. Para corroborar esta afirmación nos remitimos a todas las farmacopeas del mundo y demás bibliografía especializada, donde se dan las especificaciones que debe reunir un mentol para ser considerado puro, y en ninguna de ellas se hace la más mínima referencia al tamaño de los cristales.
El cristal grande tendría importancia en el caso de que este producto fuese de venta directa al público, donde la presentación es un elemento primordial para su colocación, pero esto no debe tener influencia en los industriales consumidores, que lo único que deben exigir es calidad.
El cristal grande tiene una sola ventaja para el consumidor, ventaja que debe tenerla en cuenta únicamente cuando se provee de mercadería en fuentes no conocidas o de dudosa seriedad (como sucede actualmente), pues es más fácil notar en ellos el agregado de cualquier sustancia extraña, aunque en estos casos lo más lógico es recurrir al análisis químico de la partida, pues se ha dad o. el caso de un mentol de hermosos cristales grandes que resultaron ser en su mayor parte cristales grandes de sulfato de magnesio.
Por otra parte, el cristal grande se presta a ser lanzado a la venta sin el previo secado, de manera que aunque su aspecto es bueno su pureza es menor que la requerida. Con esto creemos dejar perfectamente aclarado el espejismo de que a cristal más grande mejor mentol, concepto que aunque en la actualidad ha perdido ya muchos adeptos, todavía mantiene sus defensores, no por otra causa que no sea la falta de información.
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